En Progreso
LA DANZA CONTEMPORÁNEA EN JAPÓN EN LOS 80
Por Miyabi Ichikawa (publicado originalmente en 1990 por la Fundación Japón)
2. Panorama de la Danza Contemporánea en Japón
La danza contemporánea en Japón incluye Butoh, danza post-moderna, danza moderna, y danza creativa basada en la danza Kabuki. La danza Butoh fue creada a principios de los años sesenta por Tatsumi Hijikata (1928-1986) y es una forma de danza contemporánea que ha sido recibida favorablemente en Europa y en los Estados Unidos desde más o menos 1980. Con Kazuo Ohno (nacido en 1906), Dairakudakan, Sankaijuku, Natsu Nakajima, Hakutobo y otros ya conocidos en los Estados Unidos, un número de personas ya tiene alguna idea de lo que es la danza Butoh. Min Tanaka se presentó en 1989 en el BAM, y aunque él nunca se refiere a su trabajo como Butoh, creo que es apropiado considerarlo como perteneciente a esta forma. Por otro lado Saburo Teshigahara, quien participó en el Festival Internacional de Nouvelle Dance en Montreal en 1989, habla sobre su trabajo con una fuerte antipatía hacia Butoh y por tanto no se le debería llamar intérprete de Butoh.
La forma esencial del Butoh es la degradación y deformación de la imagen del cuerpo del intérprete. Este se presenta como si estuviese loco, o como espíritu, monstruo, insecto, o animal; parece despreciar totalmente el hecho de ser humano. Para parafrasear al Rey Lear de Shakespeare se podría decir: "despójalo de la piel y el hombre no es más que un animal". Los intérpretes de Butoh parecen estar siempre listos a poner esta idea en práctica. Hijikata detestaba la superficialidad de la organización social y cultural occidentalizada del Japón moderno y deseaba llegar hasta una figura inocente del cuerpo como tal; con este fin intentó despojarlo de todas las apariencias; así el cuerpo lograría un estado de ser como el de los otros animales, los que actúan de acuerdo al deseo. Los años sesenta fueron un período de gran actividad por parte del movimiento estudiantil, particularmente en oposición al Tratado de Seguridad entre los Estados Unidos y Japón. Miembros del movimiento estudiantil insistían en que no tenía sentido el cambio del sistema, ya que la revolución era imposible sin cambios en el nivel de la existencia física. La danza Butoh de Hijikata fue aceptada como simpatizante con estas ideas y algunos estudiantes se retiraron de sus universidades con el fin de entrar al mundo de Butoh. Entre ellos estaban Eiko y Koma, quienes en la actualidad están activos en los Estados Unidos. La naturaleza de Butoh es degradar la imagen del cuerpo, pero la transformación y el patetismo también pueden ser mencionados como elementos característicos. Kazuo Ohno emplea una gran variedad de trajes en escena, apareciendo como hombre y como mujer. Las expresiones de patetismo de los intérpretes quizás parezcan algo lógico considerando el dolor del cuerpo cuando este sufre degradación, o cuando se lleva a cabo la transformación.
La danza Butoh de hoy es considerablemente diferente de la de la época de Hijikata. Sankaijuku emplea recursos tales como cabezas afeitadas y el fuerte maquillaje blanco para degradar la imagen del cuerpo, y al mismo tiempo produce trabajos de mayor refinamiento que los de los otros grupos de Butoh. Los inventos de Dairakudakan contienen algo completamente único. Por su parte, Min Tanaka lleva una vida de agricultor como experimento para descubrir qué tipo de Butoh surge del cuerpo de una persona campesina, tal como los japoneses lo fueron originariamente. Hakutobo, Teru Goei, Man Uno y Byakko-sha no han perdido el carácter del Butoh original, pero por la misma razón tampoco han agregado nada propio. Masaki Iwana llama a su trabajo Butoh, pero este, que consiste en pararse sobre una plataforma inestable y caminar haciendo que el cuerpo tiemble, algunas veces abandonándose a su propio cuerpo y a veces ejerciendo control, se podría mejor llamar actuación experimental.
"Performance", o para usar una expresión más antigua, "Intermedia Art", es también un campo activo y hace algunos años se realizó un festival de este estilo en una mina abandonada al nordeste de Japón. Entre los que participaron estaba Yoshimitsu Takei, quien utiliza la tecnología para presentar un tipo de trucos en combinación con movimientos acelerados del cuerpo. Otro, Goji Hamada, realiza un "performance" físico, tomando la circulación de la sangre como un modelo para una ecología natural que pasa a través del cuerpo del planeta. El grupo Dumb Type hace montajes con el uso de tecnología y proyecciones de video, y con danza; Papa Tarahumara presenta un tipo único de trabajo usando instalaciones artísticas en conjunto con un estilo de "performance" que no puede ser clasificado ni como danza, ni como mímica.
Aunque estoy hablando sobre danza contemporánea, ahora me gustaría hacer algunos comentarios sobre el mundo del ballet moderno. Los ballets japoneses le deben sus orígenes a varios maestros de ballet refugiados, incluyendo a E. Pavlova, N. Pavlova, y O. Saphire, quienes vinieron a Japón a través de Siberia en los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Reportajes sobre el trabajo de la compañía de ballet de Diaghilev en Europa, el Ballet Sueco y otras compañías eran conocidos en Japón al igual que reportajes sobre la danza expresionista alemana. Es así como la danza contemporánea japonesa tuvo sus orígenes en los años 20 y 30. El ballet llegó a su mayor auge después de la guerra, y en 1949 el Lago de los Cisnes fue puesto en escena en su totalidad con bailarines y coreógrafo japoneses.
Hoy en día Tokyo tiene cinco grandes compañías de ballet. Primero está la Compañía de Ballet de Tokyo, la cual se presenta frecuentemente en Europa pero todavía no en los Estados Unidos. Esta compañía hace montajes de piezas de Bejart, Neumeier y Kylian entre otros, y ha presentado tal tipo de obras en grandes teatros europeos, pero la debilidad de este grupo en mi opinión, es el hecho de que no ha trabajado seriamente con un coreógrafo japonés. El Ballet Matsuyana con la afamada bailarina Yoko Morishita, no tiene problemas en lo que se refiere a técnica. El grupo prefiere los trabajos de Balanchine pero no ha producido una obra nueva de importancia. Técnicamente el ballet de Asami Maki se sitúa entre lo mejor no solo de Japón sino también a nivel internacional; la compañía ha invitado a P. Durrell y a G. Carter desde Inglaterra para realizar coreografías, pero no ha puesto en escena un trabajo original de importancia de algún coreógrafo japonés.
El grupo de ballet moderno que en la actualidad atrae más la atención es la compañía de ballet Star Dancers, la cual fue creada para interpretar los trabajos de Anthony Tudor. Desde hace aproximadamente dos años el grupo ha trabajado con M. Hayden y ha puesto en escena trabajos de Balanchine, incluyendo Serenade. Por otro lado este grupo, que ha puesto gran parte del esfuerzo en el ballet creativo, ha tomado como su maestro de ballet al danzarín post-modernista Bonjin Atsugi, quien pasó la segunda mitad de los años 60 en Nueva York. Atsugi ha puesto en escena obras tan ambiciosas como Katamuku Fukei y Come Out, y al ver su trabajo en el que combina danza contemporánea y ballet, se le podría muy bien llamar el Twyla Tharp japonés. Él puso en escena hace dos años Marmalade de Saburo Teshigawara, y tiene la determinación de emplear a jóvenes coreógrafos destacados. Además de estas compañías de ballet vale la pena mencionar a la compañía de ballet Momoko Tani y el Tokyo City Ballet (Ballet de la Ciudad de Tokio).
En danza contemporánea hay varios artistas que se iniciaron en danza moderna, fueron influenciados por la danza post-moderna norteamericana, la "nouvelle danse" francesa, y el Tanz Theater alemán, y han seguido adelante abriendo nuevos terrenos. La danza moderna japonesa se inició en los años 20 con danzarines que rechazaban las ridiculeces del Kabuki y del sistema clasista del Noh, escogiendo a cambio el descubrir su propio vocabulario dancístico y concebir sus propias estructuras argumentales racionales. Los nombres importantes de este período son Baku Ishii, Shizue Fujikage y Michio Itoh. Este fue el período que dio nacimiento a la danza expresionista alemana y estos danzarines japoneses, como los danzarines de esta nueva era en los Estados Unidos y Alemania, se esforzaron por lograr una forma de danza modernista. Ishii, Fujikage e Itoh, todos tres se presentaron en los Estados Unidos y Europa durante este período.
En el período subsiguiente, al tiempo que las relaciones políticas entre Alemania y Japón se hicieron más fuertes, un número de danzarines japoneses jóvenes fue a estudiar a Alemania a la escuela Mary Wigman. En este grupo estaban Takaya Eguchi, Masami Kuni y Masatoshi Shigyo. Luego de la Segunda Guerra Mundial las relaciones U.S.A.-Japón volvieron a la cordialidad y las compañías de Martha Graham, Merce Cunnigham y Paul Taylor, y el New York City Ballet vinieron a Japón bajo el patrocinio del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Los danzarines jóvenes de Japón quedaron fascinados por la danza norteamericana y varios de ellos, incluyendo a Akiko Kanda de la compañía Graham, y a Takako Asakawa y Yuriko Kimura, partieron hacia los Estados Unidos. Entre los estudiantes en la escuela Julliard con becas de la Fulbright estaban Bonjin Atsugi, a quien ya mencioné antes, y Kei Takei. Es así como la danza moderna japonesa puede ser dividida en tres corrientes, una originada en Japón, una influenciada por Alemania, y una tercera influenciada por la danza moderna norteamericana.
Hoy día, excepto en el caso de Butoh, la danza contemporánea en Japón fluye a través de estas tres fuentes. Los danzarines de los que me gustaría hablar a este respecto son Saburo Teshigawara, Sumie Yonei, Tomoko Ebara, Mika Kurosawa y Yasuko Kasami. Teshigawara ya ha sido mencionado. Yonei, un creador con mucho sentido del humor cuyo trabajo está lleno de movimiento, empieza a obtener reconocimiento en Europa y en otros lugares. Ebara emplea formas extrañas de contorsionar el cuerpo y composiciones únicas, mientras que Kurosawa, aunque pequeño para ser danzarín, tiene una forma humorística de usar el cuerpo y tiene una técnica altamente refinada. Yasuko Kasami ha estado en Nueva York como estudiante de intercambio del Consejo Cultural Asiático (ACC). Ella le da un elemento de sorpresa a los gestos cotidianos, y con sus desbordantes poderes imaginativos posee una fuerza a la cual es difícil darle un nombre.