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LAS CONDICIONES DE LA MÚSICA CONTEMPORÁNEA EN JAPÓN EN LOS 70 Y 80
Por Kazushi Ishida (publicado originalmente en 1990 por la Fundación Japón)
4. Nuevas Corrientes a finales de los 80
En la actualidad se presentan cerca de 50 nuevas piezas orquestales, se estrenan cerca de 100 obras "gendai hogaku", y son estrenadas cada año en Japón más de doscientas obras de música de cámara u otros estilos. Del número de compositores que pertenecen a la Sociedad Japonesa para la Música Contemporánea (Seccional japonesa de ISCM) o la Federación de Compositores de Japón que es no menos de 500, solo un pequeño número de ellos toma el liderazgo. Todos ellos están divididos en dos grupos. Uno es el grupo de compositores que ya habían hecho carrera antes de 1960. Entre ellos está Yoritsune Matsudaira, Minao Shibata, y uno un poco más joven, Teizo Matsumura (1929- ), Michio Mamiya (1929- ), Joyi Yuasa, Toru Takemitsu, Toshi Ichiyanagi, Ryohei Hirose (1930- ), Minoru Miki, Hifumi Shimoyama, Yoriaki Matsudaira, Hiraku Hayashi, Akira Miyoshi (1933- ), Shuko Mizuno (1934- ) y Maki Ishii. El otro es un grupo que surge después de 1970. Los compositores más viejos en este grupo nacidos antes del final de la Segunda Guerra Mundial son Yuji Takahashi, Shin-ichiro Ikebe y Shigeaki Saegusa quien están interesados en la sociedad. Ellos no solo relacionan a la sociedad con la música sino que también hacen más esfuerzos por componer música más comunicativa, como bandas sonoras, música para televisión y teatro, que por componer música seria. A este respecto parecen especiales. Por otro lado está la gente más joven que los compositores anteriormente mencionados, quienes nacieron entre 1945 y 1955, y que parecen ser más activos con el fin de mantenerse a la altura de la generación de Takemitsu. En cuanto a estos es importante a mencionar es Joji Yuasa (1933- ) y Akira Nishimura (1953- ), quienes recibieron el Premio Otaka en 1987, al igual que Toshi Ichiyanagi (1933- ) y Toshio Hosokawa (1955- ) en 1988. Sin embargo la música de esta generación es posiblemente no muy conocida internacionalmente.
Permitanme presentarles a cinco compositores típicos que pertenecen a esa generación. El primero es un compositor un poco más viejo, Jo Kondo, cuyo debut fue ya explicado anteriormente. Él permaneció en Nueva York de 1977 a 1978 y ha sido una persona muy activa. Especialmente en 1980, él organizó un conjunto, Música Practica, compuesto por intérpretes jóvenes, el cual ha jugado un papel muy importante en las nuevas tendencias en Japón y en el exterior. La música de Kondo se caracteriza por los espacios musicales precisos y metafísicos formados en una manera clara y llenos de una aguda sensibilidad y de tensiones estáticas. Él parece evitar el control de las principales corrientes para expresarse a si mismo, y enfocarse en la atención musical creada entre las notas o puntos de audición. Su más reciente y destacado trabajo fue su gran pieza sinfónica Pastorale interpretada por la Orquesta Sinfónica de la NHK en el concierto especial Music en el Futuro 89.
El segundo es Somei Satoh, quien también permaneció en Nueva York de 1984 a 1985 y es activo en Japón y en los Estados Unidos. Su opera Stabat Mater, estrenada por el director alemán Manuel Lutgenhorst en el Arts en St. Ann en Brookling, Nueva York por cinco noches en 1987, fue comentada en dos ocasiones en el New York Times. El éxito de su otra opera, A Journey to Sacred Time, una colaboración entre Satoh y Lutgenhorst en 1985, puede ser una de las razones de su popularidad. Sus piezas para piano compuestas en los años 70 estaban impregnadas con los sobretonos semejantes a auroras boreales flotantes, en trémolos rápidos y resonancias en cinta magnetofónica y con amplificación.Hymn for the Sun y Retania son muy conocidas. Técnicamente, aunque su música nos recuerda a la música minimalista, no tiene ningún interés en la repetición sino que tenía una tendencia a escuchar el misticismo sonoro. Su música, como Stabat Mater, se está haciendo más estática que antes, expresando positivamente su estética del Shintoísmo, una religión tradicional del Japón. Concretamente su música se niega a expresar un tiempo periódico y trata de abrir los oídos de los oyentes hacia la pureza de los sonidos naturales.
Mientras que Satoh es un compositor experimental que crea un nuevo sentido estético y un estilo expresivo basado en Otodoma (espíritus del sonido), un concepto Shintoista, Akira Nishimura es un compositor que busca insistentemente la estética y métodos asiáticos, estableciendo una nueva concepción y mostrando su actitud como vanguardista asiático. Su reciente trabajo, Heterophony for Two Pianos and Orchestra, seleccionado para el festival ISCM del próximo año (1991) ganó el Premio Otaka en 1987. Su obra The Navel of the Sun para hichiriki y orquesta estrenada en la primavera de este año fue un gran evento. Él tomó la estética de la música moderna europea y consideró la riqueza rítmica del sudeste asiático en la preparación de un nuevo punto de vista, tomando además los espléndidos colores tonales del Gamelan de Indonesia, e incluso tomó elementos de la heterofonía del Gagaku en la forma de una música polifónica unidimensional, un concepto expresivo originalmente diferente o contrastante de la armonía occidental, e integró todo dentro de su música.
El co-director del grupo de Nishimura es Takashi Yoshimatsu (1953- ). Él es uno de los compositores que declara conscientemente su actitud hacia el post modernismo en Japón. Él compuso algunas grandes piezas tales como Threnody to Toki, incluida entre las obras maestras interpretadas por la Orquesta Sinfónica de la NHK en el concierto del 30 aniversario del Premio Otaka en 1982, y un concierto para guitarra, Pegasus Effects, cuyo cd fue un bestseller en 1984. Algo importante es que trata de componer una elegía o un epitafio para los pájaros y animales en peligro, e incluso para los seres humanos. Su música es modal y parece estructurada en forma convencional. Sin embargo no se debe negar que hay, debido a su formación, un profundo reconocimiento y criticismo a la situación actual más que a la retrospección. Él recientemente compuso un concierto para fagot muy particular, Unicorn Circuit.
Un compositor dos años más joven, Toshio Hosokawa, también es muy activo. Estudió con Klaus Huber y Brian Fernayhough viviendo en Alemania por largo tiempo. Ganó el primer premio del concurso de composición del centenario patrocinado por la Orquesta Filarmónica de Berlin en 1982 mientras estaba en Alemania. Su música se caracteriza por cambios dramáticos entre la calma y las pasiones y por la continuidad en la tensión. Su reciente obra basada en la calma, Ferne-Landschaft I, fue aclamada y ganó el Premio Otaka en 1988. Y Hiroshima Requiem estrenada en julio fue un gran trabajo, cuyo tema era la oración por una paz para las víctimas de la bomba nuclear en Hiroshima. Esta obra consta de un primer movimiento, Prelude Night, interpretado solo por la orquesta, y de un segundo movimiento, Death and Resurrection, interpretado por un cantante, coro, un narrador que lee Niños de la Bomba Atómica, y cinta magnetofónica. En esta obra los patrones de erupción de energía surgidos gradualmente a través de la calma, son construidos a gran escala y en niveles locales, sosteniendo al tiempo las tensiones.
Arriba expliqué sobre los cinco compositores típicos de las nuevas corrientes, Jo Kondo, Somei Satoh, Akira Nishimura, Takashi Yoshimatsu y Toshio Hosokawa. Sin embargo existen más compositores con otras características en esta generación. Seguramente a su momento se hablará de ellos.
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