Eisā -Eisā en la postguerra Eisā comenzó de nuevo en los años de la postguerra en la parte central de la isla principal de Okinawa. Pero fue transformada en gran parte con el comienzo del Concurso Anual de Eisā, en el cual competían agrupaciones de todas las regiones de la isla. El Concurso no solo reunía intérpretes de eisā en un sitio en la entonces ciudad de Koza, sino que al promover la competencia, elevó el interés de los jóvenes por la danza. Con el fin de ganar, los jóvenes ponían toda su energía en la creación de nuevas variaciones de eisā. Este fue el comienzo de la evolución de eisā desde una danza para el Festival Bon interpretada de casa en casa o en pequeños caminos veredales, hasta una presentación para ser exhibida frente a una gran audiencia en un gran escenario público. Los intérpretes inventaron nuevas configuraciones de danza, coreografía y trajes, y escribieron canciones actuales con música de sanshin que deleitaría a espectadores. Con éxito rediseñaron los sencillos trajes de la preguerra hasta convertirlos en los deslumbrantes trajes que vemos hoy en día. Largas pañoletas púrpura modernas que se atan alrededor de la cabeza han reemplazado las toallas que alguna vez cubrían sus rostros. Canciones folclóricas populares se han fusionado con canciones eisā fundamentalmente sombrías para producir las animadas y espontáneas canciones que existen hoy. De ser una danza folclórica nenbutsu odori interpretada para pacificar los espíritus de la muerte, eisā ha pasado a convertirse en un arte escénico folclórico cuyo esplendor emociona a los espectadores. Se dice que eisā es un arte escénico elegante. Y la transformación es uno de sus características sobresalientes. En la actualidad los hombres visten camisetas y pantalones blancos, chalecos sin mangas atados con cintas coloridas obi, pañoletas púrpura largas, polainas con rayas verticales blancas y negras, y zapatos de lona. |
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