“Las Artes Escénicas Folclóricas: Cultura Tradicional en el Japón Contemporáneo” Por Barbara E. Thornbury Traducido y publicado bajo el permiso de la autora y de ZUNY Press Generalidades 2. Las Categorías 2.c Furyû Furyû es una categoría de presentaciones que usualmente se hacen a gran escala. Hay danzas tales como bon odori (danzas del festival Bon), nenbutsu odori (danzas que acompañan a cantos budistas), kenbai (danzas de espadas) y kouta odori (danzas con acompañamiento de baladas folclóricas) que pueden involucrar a grandes agrupaciones de intérpretes. También están las procesiones coreografiadas que recorren las calles de la ciudad, algunas con carrozas gigantes sobre las cuales títeres o actores representan obras. Son demostraciones exuberantes e incluso salvajes, acompañadas por tambores muy sonoros y flautas estridentes. Los trajes y las carrozas son grandes y coloridos. Estas son las artes escénicas folclóricas del verano, cuando la creencia folclórica dice que tales presentaciones son efectivas para invocar la asistencia divina para contrarrestar, por ejemplo, el daño causado por los insectos o la falta de lluvia, lo que le puede ocurrir a las cosechas, y las enfermedades que atacan a la gente ya afectada por el calor y la humedad. Una comunidad podría iniciar su furyû al momento de tener problemas y luego continuar interpretándolo como una forma de agradecer por la liberación de dicho problema. En el Hitachi Furyûmono (Ibaraki) el punto central está también en las carrozas. Llamadas furyûmono (“cosas innovadoras”), las carrozas tienen 45 pies de altura (13.7 mts. aproximadamente!) con estructuras en varios niveles. Siendo cerradas representan enormes castillos coronados por torres con montañas al fondo. Cuando se abren unos páneles, cada nivel se convierte en un escenario en donde se pueden ver títeres manipulados por un grupo que está oculto adentro y hace su trabajo por medio de cuerdas y cables. Hay músicos que interpretan la música que acompaña. El repertorio dramático de Hitachi Furyûmono es un pasaje de una clásica escena de batalla, tal como Chûshingura (El tesoro de los servidores leales) y El Libro Ilustrado de los Taikô. El final de una presentación es un impresionante despliegue de destrezas técnicas. Al igual que los actores kabuki se pueden transformar en nuevos personajes con tan solo halar de una cuerda de sus trajes, los títeres guerreros de las carrozas están equipados para convertirse de repente en hermosas damas que danzan con el acompañamiento de la música en crescendo. Hitachi Furyûmono es una enorme empresa, con tan solo una carroza que requiere del esfuerzo cooperativo de cerca de 150 personas. Aunque alguna vez transmitido de padre a hijo dentro de las familias de agricultores de la población de Miyata, que es ahora parte de la ciudad de Hitachi (establecida en 1939), la presentación está ahora abierta a cualquiera que quiera unirse a la Sociedad de Preservación de las Artes Escénicas Folclóricas de Hitachi. Como lo mencionó Nishitsunoi Masahiro (1990a:346-47), existe un número de aspectos que conectan a Ayako Mai con el kabuki en sus comienzos. Uno es que los títulos de las canciones que acompañan las danzas son iguales a aquellos listados en documentos históricos relacionados con el kabuki de mujeres. Otro es que los trajes, incluyendo los sombreros de tela roja brillante, son asombrosamente similares a aquellos descritos en grabados del kabuki de mujeres del período Edo. Otros se encuentran en los movimientos de las danzas, la forma en que se usan los abanicos y el acompañamiento musical -una combinación de tambores, badajos de bronce, campanas y flautas. Lo que no se encuentra aquí es el laúd shamisén, el cual más tarde llegaría a ser un instrumento prominente en el kabuki. Ayako Mai se presenta anualmente el 15 de septiembre en el Santuario Kurohime en la aldea Onnadani. En general, las presentaciones de furyû son la variedad más popular de las artes escénicas folclóricos en cuanto al número total de participantes y espectadores y en término de la variedad de locaciones donde estos se llevan a cabo. Las danzas bon se acercan mucho a ser el arte escénica folclórica universal del Japón. Los intérpretes de la danza furyû del león (furyû shishimai) llevan su espectáculo a donde quiera que los inviten. Por supuesto, con el crecimiento del turismo y con la transformación de las artes escénicas folclóricas en bienes culturales, las presentaciones en todas las categorías se han convertido en eventos públicos que atraen espectadores, si no participantes, de más allá de las fronteras geográficas de sus comunidades. |