En Progreso
EL CONTENIDO LITERARIO DEL BUNRAKU
por Toshio KAWATAKE ©
4. Elementos Dramáticos del Jôruri en Sewamono
Ahora es necesario considerar la cualidad esencial común a todas estas obras -es decir, el tema más importante que aparece en Bunraku o en el teatro del período Tokugawa. Para resumir, me refiero al orgullo y a los sufrimientos de la gente a punto de morir, la gente que siempre reprimió sus deseos, gente envuelta en complicaciones como resultado de las restricciones sociales establecidas por el feudalismo Tokugawa.
Este tema básico aparece en su forma más clásica en las obras jidaimono, en escenas en donde el héroe sacrifica a sus propios parientes, incluyendo a niños, en favor de su lealtad a su amo. El arquetipo de este tema en las obras sewamono es el suicidio en pareja cometido debido a obligaciones hacia un amo o hacia un suegro, o provocados por asuntos relacionados con deudas financieras. En todas estas escenas, el afecto entre padre e hijo, o la tragedia del amor entre un hombre y una mujer son subrayados en las llamadas escenas de "lamentaciones". Esto es llevado a su máxima expresión en esas obras. (Esto es cierto en el caso de obras jôruri en el Bunraku y el Kabuki; en el Kabuki aparecen elementos paralelos con un carácter más divertido y atractivo).
Aquí hay un ejemplo de esto tomado de una obra sewamono, Sonezaki Shinjû (Doble Suicidio en Sonezaki) de Chikamatsu.
Tokubei, empleado de una tienda propiedad de un comerciante de salsa de soya en Osaka, es un trabajador diligente y un joven muy guapo. Reconociendo las habilidades del joven, el comerciante decide casarlo con la sobrina de su propia esposa, pero en vez de contarle a Tokubei sus intenciones, decide contactar a la madre anciana de Tokubei quien vive en el campo. Aquí aparecen los primeros errores: es decir, la hipótesis de que será suficiente obtener el consentimiento de los padres para realizar la boda y de que el joven no pondrá objeciones a la sobrina de su amo. Se puede observar que los conceptos generales de la sociedad feudal tal como la lealtad al amo y la subordinación a los padres se anteponen a los derechos individuales del ser humano.
La madre de Tokubei es ambiciosa de pies a cabeza. Pensando en los beneficios de la considerable dote que podrá acumular, da su consentimiento -esto también ocurre sin consultarlo con Tokubei. Para sellar el acuerdo, acepta una suma considerable de parte del propietario de la tienda.
Cuando Tokubei se entera, entra en conmoción. Está enfadado tanto con su amo como con su madre por llegar a este acuerdo sin hablar con él, y para complicar las cosas, Tokubei ya tiene una enamorada. Su nombre es Ohatsu, una cortesana de la casa Temmanya. Debido a que ella es una cortesana, se requerirá de una fuerte suma de dinero antes de que pueda obtener la libertad para casarse. Aquí está el segundo obstáculo.
Las cortesanas, como objetos de negocio, eran vendidas a los burdeles en donde permanecían enclaustradas. Su trabajo era ofrecer sus cuerpos incluso a los visitantes más desagradables, por el solo hecho de tener el dinero pagar por el servicio. No les era permitido enamorarse, no importa que encontraran al alguien que les agradara. De esta forma la heroína, Ohatsu, existió en una sociedad que no permitía una vida humana normal. Para liberarla de las cadenas de la sociedad y poder casarse con ella, Tokubei necesitaría de una gran cantidad de dinero. Él era un joven principiante con muy bajo salario así que no había forma de que pudiera reunir tal suma. Además, siendo un joven honesto, no podía ni estafar ni robar para obtener el dinero. Por tanto lo único que podía hacer era ahorrar su propio dinero poco a poco para que algún día en el futuro pudiera liberar a Ohatsu para casarse con ella, con quien ya se había comprometido.
Naturalmente Tokubei se rehúsa a casarse con la sobrina de su amo. Este se enoja y le dice, "si prefieres a una prostituta en vez de a mi sobrina, esta bien. Haz lo que quieras. Pero el 7mo día del cuarto mes debes devolverme el dinero que ya le he dado a tu madre".
Tokubei retorna al campo y lleva de regreso el dinero que tenía su ambiciosa madre. Pero un supuesto amigo, insistiendo que era un asunto de vida o muerte, le implora a Tokubei que le preste el dinero. Inocentemente Tokubei se lo entrega.
Es el día antes de la fecha en que se supone que Tokubei debe entregar el dinero, pero su amigo no ha dado señas de devolverle el préstamo. Tokubei se impacienta y le hace el reclamo, al tiempo que le muestra el acuerdo el cual estaba sellado. A esto su amigo replica que el sello que está allí impreso fue el que perdió hace mucho tiempo y que Tokubei pudo haber elaborado ese contrato con el fin de chantajearlo. Luego este golpea y patea al pobre Tokubei.
Sin el dinero, Tokubei debe abandonar su sueño de comprar la libertad de Ohatsu. Además, o se casa con la nieta de su amo o será expulsado. Para empeorar las cosas, un mecenas rico está interesado en comprar la libertad de Ohatsu para tenerla para si. Pareciera que Tokubei no tiene posibilidades de casarse con Ohatsu. Esa noche, Tokubei y Ohatsu huyen de Temmanya hasta el bosque en el santuario Tenjin en Sonezaki con el fin de cometer suicidio.
Esta obra no es un historia ficticia. Tan solo un mes antes de ser escrita ocurrió un suicidio en Sonezaki por parte de una pareja con el mismo apellido y status social de Tokubei y Ohatsu. Al tiempo que el gobierno no permitía que eventos reales en donde aparecieran samurais fueran puestos en escena, era más indulgente hacia las dramatizaciones de eventos relacionados con la vida de la gente común.
Aquí se puede apreciar la opresión impuesta por los lazos de lealtad feudal, y de cómo a veces la vida se convertía en un asunto de dinero. Esto ocurría durante la era Genroku (1688-1704). Ya había pasado un siglo desde el fin de las guerras civiles y la paz se había restablecido. La economía de mercado había tenido un tremendo desarrollo y los comerciantes, especialmente en Osaka, florecieron. Fue una época reforzada con el sentimiento de que mientras se tenga dinero se puede lograr cualquier cosa. Los trajes espectaculares de los comerciantes ricos asombraban, y los barrios de placer estaban en su máximo esplendor. Había también la libertad de amar a la persona que uno quisiera. Hay muchas razones por las cuales la era Genroku es conocida como el Renacimiento japonés.
Sin embargo, el pensamiento feudal cuyo propósito era mantener el orden dentro de una sociedad militar -basada en el Neo-Confucianismo- llegó a penetrar la sociedad en general y a influenciar a cada familia. Por tanto el orden natural en las relaciones humanas dio un vuelco total. Es decir que se consideraba que las relaciones entre un individuo y su amo abarcaban tres mundos: el pasado, el presente y el futuro; las relaciones entre esposo y esposa abarcaban dos mundos: el presente y el futuro; y la del padre con el hijo, un solo mundo: el del presente. Este concepto de orden social se difundió tanto por la sociedad samurai como por la de la gente de las ciudades.
Sin embargo las relaciones humanas naturales no estaban de acuerdo con este propósito y por tanto hubo una fuerte oposición. Los amantes en Sonezaki Shinjû se opusieron a este orden y como resultado se vieron forzados a cometer suicidio. En vez de vivir en un mundo sin amor, en el cuál se le imponía un orden artificial a la gente, eligieron morir y hacer de su amor algo eterno. En vez de ser derrotados por el orden social, tomar esta decisión fue la única forma de realizarse en tal sociedad feudal.
En tales decisiones podemos ver la influencia del Budismo, particularmente en su creencia de que después de la muerte renacerían en el paraíso de la Tierra Pura del Budismo. Más aún, sus espíritus se mantendrían en alto bajo la creencia de que la relación esposo-esposa abarca los dos mundos, el del presente y el del futuro. Sin embargo, esto difiere de la creencia religiosa de la Edad Media (como se hace evidente en obras de Noh y de otros géneros) en que propugna que el Budismo es uno con Buda. Su elección fue por conveniencia, ya que su principal preocupación era la de conseguir una vida feliz en este mundo, es decir en el presente. Y así esta filosofía, en su caso, se materializó en la forma de un suicidio en pareja.
Chikamatsu expresó la forma en que esta pareja vivió a través del amor, exaltando su proceder en su pasaje de michiyuki (viaje de amantes suicidas) en verso. Es una canción de la pareja huyendo hacia el santuario para cometer suicidio.
Narrador:
"un adiós al mundo y una adiós a la noche.
nosotros, que vamos por el camino de la muerte, con qué podremos ser comparados?
tal vez con la neblina de ese camino que conduce hasta las tumbas,
aquel que se desvanece con cada paso que damos.
qué triste es soñar en este sueño!
Tokubei:
Has contado las campanadas?
de los siete que marcan la llegada de la noche, solo seis han sonado.
la próxima será el último eco que escuchemos en esta vida.
Ohatsu:
este anunciara la dicha de llegar al nirvana.
Aquí se describe muy claramente el amor y devoción de los dos al momento de permanecer en la oscuridad del bosque de Sonezaki. El verso de Chikamatsu está escrito en una métrica de siete-cinco. Este es un ritmo de la poesía japonesa que ha sobrevivido a través de los años desde la antigüedad. La distribución métrica de siete-cinco se encuentra en varias formas de poesía japonesa: en jôruri, en el dialogo en Kabuki, en las canciones naniwa-bushi, y en las canciones populares actuales. En Bunraku al igual que en Kabuki esta métrica es siempre usada en escenas de clímax y alto contenido emocional y es así como forma una característica lírica y musical del teatro del período Tokugawa.
Las obras sewamono están llenas de diversidad y variedad ya que describen triángulos amorosos, tragedias por adulterio, suicidios de parejas ocasionados por problemas con los suegros o suegras, y suicidios como resultado de un acuerdo entre dos mujeres. A pesar de la complejidad de la situación, como en el caso de Sonezaki Shinjû, si la obra es vista como un conflicto entre obligaciones, dinero y deseos humanos, se podrá entender más fácilmente. Es posible decir que este es el drama de la sociedad de los habitantes del período Tokugawa. Las tragedias que encarnaron estos temas fueron perfeccionadas en las manos de Chikamatsu.
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