En Progreso
BUNRAKU
CHIKAMATSU: 5 Obras Tardías
Por Andrew Gerstle
Introducción
Colaboración y madurez
Takemoto Gidayū y Takeda Izumo
Los Amantes Suicidas de Sonezaki es un hito crucial en la historia del teatro japonés y en la propia carrera de Chikamatsu. Su éxito fue inesperado y devolvió a la compañía del teatro Takemoto-za sus beneficios y, además, impulsó otros cambios en el teatro Jōruri, ya que se esforzaba por competir con los actores en vivo del Kabuki para conseguir público en los teatros que se encontraban uno al lado del otro en el distrito de entretenimiento de Dotonbori, localizado en la zona sur de Osaka. Dos cambios fueron la supresión de los sketches y los interludios entre actos y la introducción de piezas cortas y temáticas de un solo acto compuestas por tres escenas -bajo la influencia de la práctica del Kabuki- después de una obra de época más larga de cinco actos.
Tras el éxito de Los Amantes Suicidas de Sonezaki, Gidayū expresó su deseo de retirarse de los escenarios agotado por dirigir un teatro y ser también su actor principal. Esto dio paso al debut de Takeda Izumo como nuevo director, dejando que Gidayū se concentrara únicamente en la actuación. Izumo procedía de una tradición de títeres diferente, el estilo Takeda Omi de títeres mecánicos (karakuri), que tenía conexiones con el teatro de Gidayū, pero también competía con el Jōruri y el Kabuki en Dotonbori. Su hermano mayor había heredado el control de la compañía Takeda tras la muerte de su padre en 1704, e Izumo se trasladó a la compañía Takemoto-za. Se cree que también aportó fondos para invertir en la mejora de las producciones. Izumo dio el paso decisivo de invitar a Chikamatsu a ser el dramaturgo de planta de Takemoto-za. Tōjurō se había retirado en 1702 debido a su mala salud, por lo que a principios de 1706 Chikamatsu dejó Kyoto para vivir los últimos años de su vida en Osaka escribiendo únicamente para el teatro Takemoto-za.
El propio Izumo aportó un nuevo elemento a la asociación de Gidayū y Chikamatsu. Con la producción y el tremendo éxito de la obra de época Yomei tenno no shokunin kagami (El Emperador Yomei y el Espejo de los Artesanos) en el último mes de 1705, la primera bajo el mando de Izumo como director del Takemoto-za, llegó una utilería escénica cada vez más elaborada y trucos escénicos más extravagantes con los títeres. Es a partir de esta época cuando el titiritero Tatsumatsu Hachirobei ganó fama por su representación de personajes femeninos. El trabajo de Chikamatsu con los actores de Kabuki le había involucrado profundamente en la práctica escénica y en la representación realista de personajes. Izumo le animó a explotar aún más el potencial de los títeres y a crear escenas con una acción escénica espectacular y una escenografía sofisticada, aumentando así la teatralidad de su obra.
El genio teatral de Izumo es reconocido en Imamukashi ayatsuri nendaiki (Crónica del teatro de títeres actual y pasado) por el éxito sin precedentes de Las batallas de Coxinga en 1715, lo que sugiere que colaboró estrechamente con Chikamatsu en la producción de obras. Podemos ver los frutos de esta cooperación especialmente en los actos 2 y 4 de las obras traducidas en este volumen, que exigen una puesta en escena y una teatralidad innovadoras y elaboradas. Además, la reducción de los interludios entre los actos estimuló a Chikamatsu a ampliar los cinco actos para llenar el tiempo extra, incluyendo más escenas cómicas como contraste, explotando al máximo su talento para componer obras que llenaban un día entero de programación.
Mientras que el Kabuki empujó a Chikamatsu hacia la representación cada vez más realista de los personajes en las obras de la vida contemporánea, Izumo le empujó hacia la teatralidad espectacular en los actos 2 y 4 de las obras de época. Las obras de época maduras prosperan en la tensión entre el espectáculo fantástico y la teatralidad de los actos 2 y 4 y la tragedia intensamente realista del acto 3. La colaboración de Chikamatsu con varios intérpretes a lo largo de los años le impulsó continuamente a producir obras nuevas e innovadoras, tanto en la teatralidad como en la representación de los personajes.
Personalidades