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Derechos Reservados  © Mauricio Martinez R..

HAYACHINE KAGURA
Por Irit Averbuch

Introducción

-El Estudio de Danza y Religión


Aquellos involucrados en las religiones del mundo con frecuencia insisten en que la religión es uno de los pocos fenómenos humanos que es verdaderamente universal Como lo es por ejemplo el uso del lenguaje. Aún que varía enormemente en forma y contenido hay todavía una serie de fenómenos en todas las culturas que podríamos llamar religión. Se han hecho afirmaciones similares para la universalidad de la danza Como un fenómeno humano; es uno de los modos de expresión simbólica el que parece encontrarse en todas las culturas.


Como en el caso de religión, se han dado muchos intentos para crear una definición amplia de danza. Intentos recientes tienden a presentar a la danza Como un aspecto universal de la humanidad. Es así como ania Peterson Royce ha sugerido una definición mínima con la que todos pueden estar de acuerdo: la danza como movimiento esquematizado interpretado Como un fin en sí mismo. Esta definición de alabanza sola al tiempo que ignora su contexto social Y puede ser muy limitada. Otros especialistas van en la dirección opuesta que son demasiado… all-encompassing. Por ejemplo, Joann Kealiinohomoku reconoce tanto al bailarín Como al espectador Como la medida de la definición: la danza es un modo trascendente de la expresión, interpretada en una forma dada Y estilo por el cuerpo humano que se mueve a través del espacio. La danza ocurre a través de movimientos rítmicos controlados Y específicos conscientes; el fenómeno resultante es reconocido cómo venganza tanto por el intérprete Y los observadores de un grupo dado. Y la definición de Judith Lynne Hanna enfatiza tanto el significado no verbal Y la forma en la danza Como un fenómeno humano: la danza es un comportamiento humano compuesto de movimientos corporales intencionales rítmicos Y de secuencias no verbales esquematizados culturalmente Y no de actividades motoras ordinarios, teniendo el movimiento un valor inherente Y estético.


En las últimas dos definiciones, la danza podría verse Como un fenómeno social presente en todas las culturas desde épocas remotas. Pero incluso cuando estas suenan muy incluyentes Y universales, muchos todavía las encuentran Como carentes de amplitud, restrictivas, culpables de mal interpretar otras culturas, insuficientes. Puede uno hablar de la danza Como una cosa O como un simple fenómeno? Puede uno hablar con sentido acerca de la danza fuera de su contexto social y cultural? La problemática de definir la danza es sin duda similar a la de la religión. Por tanto muchos investigadores modernos de danza con frecuencia prefiere editar cualquier intento de definición.


Es importante tener en cuenta que la danza no es un fenómeno más homogéneo que la religión, Y que no que quiere decir el término O los términos traducidos como danza varían de cultura a cultura. En muchos idiomas se usa más de una palabra para describir lo que llamamos danza. Por ejemplo, en japonés se usan dos palabras diferentes, mai y odori, para referirse a diferentes tipos de danza. La palabra mai se refiere a la danza en movimiento circular, y odori a la danza en saltos verticales. También el alcance de la palabra danza en traducción es diferente en cada cultura. En algunos lugares la palabra que traducimos como danza en realidad significa danza y música. Por ejemplo, la palabra japonesa moderna minyo significa tanto canción folclórica Como danza folclórica. Sin duda la palabra kagura se refiere tanto a la música Como a la danza ofrendada para venerar a los kami. Como no dijo un antropólogo de la danza,


Existen pocas razones antropológicas para clasificar juntos la forma cultural japonesa llamada Mikagura interpretada en santuarios shintoístas, la forma cultural llamada buyo interpretada dentro o fuera de una obra Kabuki, y la forma cultural conocida comúnmente Como bon, interpretada en honor a la muerte. La única razón lógica que puedo ver para categorizarlas juntos es la de el punto de vista de alguien externo, todas las tres formas culturales usan el cuerpo en formas que los occidentales considerarían Como danza. Pero para un punto de vista japonés ni el movimiento O actividad dan la razón para clasificarlas juntas.


Aunque esta afirmación es generalmente correcta en cuanto a definición de danza se refiere, debe recortarse que los japoneses ven todas sus formas performáticas, teatrales, dancísticas Y rituales tradicionales Como surgidas de la misma fuente: la interpretación de Kagura original en el cielo. Libros japoneses sobre el tema consideran a Todas las formas te menciona Como desarrollo históricos de las artes escénicas tradicionales, Y por tanto las clasifican juntos de alguna forma. Ya que aquí no presento un intento de definir la danza hola religión, seguiremos el concepto General japonés de danza tradicional.


El interés académico occidental hacia la danza ha surgido paralelo al desarrollo de las humanidades Y las ciencias sociales en la nueva era. Comunicar sobre el estudio de la religión muchos académicos comenzaron por tratar de descifrar los orígenes de la danza. Algunas investigaciones recientes todavía sugieren que evitamos apartarnos de la investigación de los orígenes. De esto surgen puntos interesantes acerca de las conexiones fisiológicas entre el comportamiento humano y primitivo: es decir, que la danza es una variación humana de un tema ancestral común, parte de un mundo kinético-sensorial que compartimos con los primates. Sin embargo, principalmente en el terreno sociológico, muchos académicos hoy objetan la búsqueda de orígenes Como anacrónicas Y estériles, , burlándose de esto Como si fuera una teoría de si yo fuera un simio.


Sin embargo la Antigüedad de la danza no se puede dudar, ya que aparece descrita en el arte de las cuevas prehistóricas Y en figuras en explicaciones mitológicas. La mayoría de académicos especulan que la primitiva danza humana intencional era mágico religiosa el carácter. Es así, Como sin dedicarnos a este interpretación, debemos sin duda estar de acuerdo con que la danza Y el ritual religioso podrían entenderse Como coetaneos Y originalmente idénticos. Sin embargo, esta conexión íntima entre la danza y la religión has sobrevivido a lo largo de la historia Y ya todo lo ancho Y largo del mundo.


Sin embargo, hasta hace poco Y con pocas excepciones, los estudios generales (sistemáticos O fenómenológicos) sobre la religión han ignorado en gran medida a la danza Como una fuente de contenido y expresión religiosos. Tomemos tan sólo dos ejemplos: aunque escribe sobre danza religiosa en otros textos, G. van der Leeuw dedica tan sólo tres páginas Ana danza Y el teatro en su obra monumental Religion in Essence and Manifestation, Como una subsección de el capítulo “Service” qué aparece bajo el título de “Outward Action” (Y menos páginas son dedicadas a la música); Pero bajo el mismo título encontramos seis capítulos sobre diferentes tipos de “palabras”. Y en Patterns in Comparative Religion de Eliade ni siquiera aparecen los términos danza o música en su índice de temas.


Deben existir varias razones para está comparativa indiferencia por la danza por parte de estudiosos de la religión. El estudio académico de la religión heredó una tradición masiva que investigación esencialmente filosófica textual (estudios bíblicos, clásicos Y orientales), Y esto requirió de la “invasión antropológica” para ampliar las perspectivas. En términos de la historia cultural más que estrictamente de la historia académica, debe agregarse que el campo de la historia de las religiones fue moldeado por teólogos Y filósofos es decir por hombres cuyas tradiciones religiosas desde mucho antes habían eliminado la danza Como una forma de expresión religiosa. E incluso esta actitud de la iglesia cristiana occidental tiene tan solo unos pocos siglos de existencia. La danza extática es reconocida en la Biblia, Y existe una historia ilustre de la danza en los comienzos de la tradición cristiana. El cambio de actitud ocurrió durante el siglo XV con la reforma. Durante los siglos 16 y 17 el énfasis en la tradición cristiana fue en la mente, que trabajo para desacreditar el cuerpo. Luego en el periodo del post renacimiento de los siglos 18 Y 19, toda la danza religiosa desapareció en Europa. Con excepción de algunos raros ejemplos exóticos Como los shakers, la danza en el mundo cristiano se había convertido completamente en secular.


La sombra de la actitud puritana cristiana todavía se cierne sobre muchas discusiones de finales del siglo XIX Y comienzos del siglo XX sobre la naturaleza de la religión, donde la danza era vista Como cruda y primitiva, Incluso inmoral y peligrosa. La actitud negativa de la iglesia hacia la danza comenzó a cambiar cuando pioneros como Ted Shawn y Ruth St. Denis comenzaron sus esfuerzos para revivir los servicios con danzas religiosas a comienzos del siglo XX.


Sin embargo, fue en la antropología del siglo XX la que encontró apropiada a la danza para la consideración académica seria. Para el antropólogo, Una actividad social práctica ritual como la danza es un medio para entender la sociedad Y el mundo. De tal forma que los comentarios más importantes acerca de la danza como un fenómeno humano significativo se pueden encontrar en literatura antropológica reciente. Los antropólogos han comenzado a considerar la danza Como un texto cultural, un modo de comunicación no verbal vital para comprender la cultura y sociedad humanas, Y por tanto con frecuencia una parte inseparable de los nexos culturales identificados como religión.


El campo llamado antropología de la danza siguió el avance de la aproximación funcional de los años 50 Y 60, que reemplazo al evolucionismo Como la teoría dominante en la antropología. Esto condujo a un cambio en el punto de vista en el cual el papel de la danza en la sociedad Y la religión se convirtió en el objeto de investigación. A pesar de su declive Como un modelo en el campo general de la antropología actual, Y a pesar de errores tales como fallar en explicar la danza en sus propios términos O explicar la universalidad de la danza, el método funcionalista todavía es relevante para el estudio de la danza.


Títulos de tales manifiestos ideológicos Como “Dance We Must” y “danzar es humano” ejemplifican la nueva importancia que la danza obtenido en los ojos de los académicos. Un prominente antropólogo sugiere que en el estudio de la danza podría ayudarnos a desarrollar conclusiones acerca de la naturaleza de las acciones humanas en general. Otro declara que es la universalidad Y sobrevivencia de la danza sugiere que ésta no puede ser abandonada sin el peligro para las especies humanas; que ésta debe ser practicada por todos; Y que su valor evolutivo recae en su efectividad Como un modo de comunicación no verbal.


Sin embargo, Como una forma de expresión no verbal, la danza no se presta fácilmente para la investigación discursiva, Y la investigación sobre la danza permanece relativamente escasa. Aparte de la antropología, pocas disciplinas han contribuido al campo de los estudios dancísticos. La mayoría de filósofos tienden a alejarse de la danza, aunque algunos han contribuido enormemente para aclarar el tema, especialmente desde el ángulo artístico estético Y el fenomenológico. La psicología, especialmente la Jungiana, encuentra fácil conectar la psiquis, la religión Y la danza.


Pero los antropólogos todavía tiene la última palabra sobre el tema de la danza religiosa. Ellos han unido la danza y la religión al campo de la acción O praxis social es decir al ritual. Y el estudio de rituales ha traído consigo un renovado interés en el cuerpo humano Y en su significado social -un tema rechazado desde hace mucho tiempo por los académicos de mentalidad puritana, pero que ahora han preconizado mayores desarrollos en la antropología.


El cambio en la antropología desde el funcionalismo hasta el estructuralismo en la década de 1970 permitió un gran avance en la investigación dancística. Las acciones sociales humanas (Como el ritual) son vistas ahora con la luz de su valor significativo y creativo. Al apreciar que los símbolos Como portadores de significado en la acción social, estos símbolos están ligados a sus contrapartes lingüísticas, Y el método estructuralista ha combinado todos estos intereses primero en una nueva aproximación semiótica Y luego en sus ramificaciones -semasiología- el estudio del cuerpo humano Como un creador de sistemas estructurales de significado, es decir, lenguajes. Por tanto el nuevo interés que Está ahora en los lenguajes corporales de los cuales la danza es tan sólo un sistema.


Comparar la danza Y el lenguaje parece responder la pregunta de si la danza puede ser Vista Como un fenómeno universal. Como el lenguaje, la danza es un modo de comunicación humano universal, Y como el lenguaje, es también cultural mente específico Y está culturalmente conectado. En la actualidad los antropólogos generalmente Están de acuerdo en que la danza se adquiere en la misma forma que lenguaje hablado: la gente nace en una cultura Y la absorbe. Así que las reglas de cualquier lenguaje corporal, incluyendo la danza, constituyen una teoría de esa cultura. Como Williams lo digo: sin importar donde estén, las calzas son fenómeno socio lingüístico humano.


Los recientes desarrollos en el campo de la investigación dancística han conducido a una diversidad de paradigmas Y modelos qué tienen Que ver con la danza Y sus estructuras. Sin embargo, algunas de estas nuevas teorías antropológicas son tan esotéricas Y difíciles que corren el riesgo de ocasionar en sus usuarios la pérdida de la visión frente a la danza misma. Además, las teorías modernas de danza por ningún medio han resuelto la confusión Y falta de centralidad en el campo de la investigación dancística. Abundan argumentos interdisciplinarios; por ejemplo, los antropólogos con frecuencia critican la aproximación psicológica Como algo superficial porque esta época la inconciencia cada vez que no puede explicar algo. Otra disputa, entre bailarines Y académicos (ya sean filósofos o antropólogos), se enfoca en el estatus ontológico de la danza. Los bailarines parecen adoptar la actitud expresada en el famoso verso poético de Yeast: “cómo podemos conocer al bailarín de la danza?” Mientras que los académicos proponen la visión de que existe una realidad ontológica, aunque intangible para la danza (la forma en que la música existe cuando no es interpretada), Y una existencia separada para el bailarín.


Los cismas intradisciplinarios también obstaculizan los nuevos desarrollos. Por tanto, mientras algunos académicos declaran la universalidad de la danza, otros desacreditan las teorías de universalidad, E incluso otros quieren deshacerse de todas las teorías previas Y plantear nuevas preguntas. Los antropólogos, tiene se esfuerzan por poner a la investigación dancística en una perspectiva más amplia, parecen haber ganado la delantera en su argumento en curso frente a bailarines que declaran que uno debe danzar para poder escribir acerca de la danza. La situación está mejor expresada en las palabras del serio antropólogo Blacking: “el estado actual de la danza no es diferente al de las religiones del mundo. Algunos practicantes creen que ellos tienen la llave de todo el conocimiento, mientras que otros declaran que ellos tienen una de entre varias soluciones. Debido a que la danza que es un fenómeno humano, será imposible alcanzar un conocimiento exhaustivo en el contexto de una tradición cultural Y académica.


Desafortunadamente, la investigación dancística está todavía en el campo esotérico. Obras teóricas sobre la danza son muy raras Y difíciles de encontrar. Las librerías occidentales no incluye nada más que tomos sobre ballet, jazz Y danza moderna (Occidental) en su sección de danza. La literatura en danza étnica, hablando tan sólo de la danza no occidental, no es fácil encontrar. Donde sea que se encuentren, los trabajos sobre Lanza no occidental están ubicados en sus áreas de estudio específicas, por ejemplo, los de danza japonesa están en la sección de Japón. Aunque esto pueda justificarse andaluz de las teorías antropológicas modernas, es sin duda metodológicamente confuso. El estudio actual en la danza religiosa cae en el amplio campo de los estudios culturales, O bajo la rúbrica general de “lenguajes corporales”.


La conexión entre danza, ritual religioso Y poder ha sido con frecuencia comentado. Aquí nuestro principal enfoque es la danza Como expresión religiosa -“texto en movimiento” religioso. Una de las características más importantes de la danza religiosa, o de la danza como un vehículo de valores religiosos Como es como un productor o portador de poder al igual que de significado. Esto es en parte debido a la naturaleza única de la danza Como una forma irreducible a cualquier otra. Como un vehículo único para reunir expresar Y evocar poder, con frecuencia he encontrado que la danza es un instrumento indispensable en la religión.


“toda la danza está cargada de poder” proclama Jonas en el capítulo inicial de Dancing: the power of dance around the world”. Sin duda casi todos los que escriben sobre danza han conectado a la danza con el poder -incluso si se toma esto por sentado. Sin la definición apropiada de “poder”, diferentes escritores enfatizan ángulos diferentes del “poder de la danza”, ya sea psicológico, social, político, Cultural Como económico, espiritual, Educativo, “virtual”, simbólico o religioso. Desde mi punto de vista, el concepto de poder en relación a la danza es una combinación del “poder virtual” de Langer, que apunta al poder no físico Y subjetivo de la danza misma, Y al “poder simbólico” de Bourdieu O el poder para “crear apariencias y creencias, para conformar o transformar la visión del mundo , Y Por tanto el mundo mismo.


La mayoría de antropólogos ven a la danza como una fuerza social e ideológica. Blacking sostiene que la danza es tal tipo de vehículo social poderoso, que no sólo refleja Sino que en verdad puede producir patrones de cultura, una fuerza activa que puede moldear ideas y sociedades. El bebé el poder de la danza que va desde los comienzos Y hacia el futuro en la historia de la humanidad. Él cree que la capacidad específica Y de especie de los humanos para bailar, reforzó que ayudó al desarrollo prehistórico del homo erectus Y luego el homo sapiens, es que en vez de disiparse cuando el lenguaje se desarrolló, la danza aún retuvo rol revolucionario bio-social. De esta forma la danza es una fuerza intelectual Y afectiva poderosa en la sociedad y cultura humanas, Y puede ser utilizada para “construir sociedades pacíficas, igualitarias Y prósperas en el siglo XXI, de la forma en que nuestros ancestros prehistóricos la usaron para inventar las culturas desde las cuales evolucionaron todas las civilizaciones.


La danza religiosa es así una danza de poder, el poder de la danza manifestándose a sí misma tanto en su significado Como en su función, aunque estas están cultural Y socialmente conectarás. Con el fin de descifrar el código cultural y religioso que esta lleva, intentaré señalar el lugar de poder en la danza kagura que aquí se estudia. Más específicamente, intentaré ilustrar las dimensiones Y mecanismos de este poder de la danza.


Dos pares de términos son útiles en cualquier discusión acerca del poder de la danza: pares de términos usados por Hanna y Royce, que aunque similares, enfatizan diferentes aspectos. Un par, “cognitivo” y “afectivo” se refiere a las dimensiones de las funciones socio psicológicas de la danza. La función “cognitiva” de la danza es la de comunicar significado E información a través del empleo de símbolos. La función “afectiva” proporciona una experiencia inmediata Y sensorial, compartida por intérpretes Y público. El otro par, “efectivo” y “afectivo”, describe de la naturaleza del poder de la danza. El poder “efectivo” de la danza quiere decir que El resultado Real: el poder o bendición mágica, el trabajo ritual de la danza compa al igual que -Y aquí este está conectado con lo “cognitivo”- su comunicación de significado a través de símbolos de la mente. Aquí también, el poder “afectivo” se refiere a la experiencia inmediata Y emocional que la danza imparte tanto al intérprete Como al público- la fuerza estética, La comunicación del impacto emocional al corazón. Tanto “efecto” Como “afecto” llevan consigo significados Y funciones socio culturales. Como portadores del poder de la danza, el significado y la función de danza son nuestro principal tema de interés.


Aunque los estudios antropológicos recientes consideran la danza principalmente como «lenguaje», los estudiosos de la danza se apresuran a establecer la importancia de la danza en sus propios términos: la danza no puede ser suplantada por el lenguaje de ninguna manera; debe tener un propósito propio. Más que un lenguaje, la danza es un modo de comunicación no verbal, cuyo poder y eficacia residen en su modo único de presentación «* *^ Los antropólogos están especialmente interesados en el poder especial de la danza como modo de comunicación no verbal, como forma de comunicar sus mensajes y poderes a través de símbolos que forman el “lenguaje” de la danza. Sin embargo, el uso de símbolos no es exclusivo de la danza. Más bien, el poder único del medio de la danza reside en su impacto no verbal, que combina diferentes canales de impacto simultáneamente.


A diferencia de la mayoría de las demás artes, la danza se produce tanto en el espacio como en el tiempo. Mientras que las artes visuales sólo ocurren en el espacio y la música sólo en el tiempo, sólo el teatro comparte esta cualidad de simultaneidad. Y, lo que es más importante, el instrumento de la danza es el propio cuerpo humano, lo que hace que su impacto sea más inmediato tanto en el bailarín como en el público. El impacto de la danza en el propio bailarín se explica por sí mismo, pero los aspectos multidimensionales y multisensoriales de la danza también tienen un impacto único y poderoso en sus espectadores, como vehículo de comunicación y afecto.


La danza afecta al sentido visual, ya que los espectadores observan cómo el cuerpo dibuja patrones en el espacio. Pero el impacto visual también incluye la decoración del escenario, el vestuario y los colores: toda la imagen de la danza en su conjunto. La danza afecta al sentido auditivo, ya que casi todas las danzas van acompañadas de música, que suele ser inseparable de la impresión de los movimientos de la danza. Sin embargo, el público no sólo oye la música, sino también el taconeo, el jadeo de los bailarines, el susurro de sus trajes, el tintineo de sus cascabeles, sonidos que forman parte integrante de la danza. La danza también afecta al sentido del tacto. Los bailarines suelen tocarse entre sí como expresión de camaradería, unidad, fuerza o cortejo sexual; en el kagura, los bailarines también tocan a veces a su público como comunicación directa de la bendición divina. Además, el sentido del olfato interviene a menudo en los espectáculos de danza, por ejemplo, cuando se utiliza incienso o se queman antorchas, o cuando el público puede oler el sudor del bailarín, lo que contribuye al mensaje general. En palabras de Royce «Quizás sea esta capacidad de agredir simultáneamente a todos los sentidos lo que convierte a la danza en un vehículo de expresión tan potente y, a menudo, amenazador"^^^.


Sin embargo, el impacto más poderoso de la danza resulta de su característica única, que los estudiosos denominan «propiedad cinestésica», es decir la comunicación subliminal de la sensación de movimiento, posición o tensión corporal, que tiene el poder de despertar una respuesta física empática en el espectador.^ Como explica Hanna, «la simpatía cinestésica se produce cuando vemos un movimiento corporal humano que experimentamos vicariamente en nuestros nervios y músculos; el movimiento evoca asociaciones que habríamos tenido si el movimiento original hubiera sido el nuestro»"® Este poder cinestésico es un aspecto central del tremendo impacto de la danza en su público. Comunica sus mensajes inconscientemente, quizá mejor que cualquier otro arte. Así, la respuesta del público es física y subconsciente, desde el golpeteo de los dedos de los pies hasta la caída en trance. Como veremos, el kagura tiene un impacto cinestésico especialmente fuerte en el público.


Debido a su poder de impacto y comunicación, y a que la danza se comunica a través de símbolos, la propia danza se ha convertido en un poderoso símbolo. A menudo se elige el símbolo de la danza para representar el orden de la realidad humana o, como en la danza del dios hindú Shiva, para ser una metáfora de la conducta del ciclo de vida y muerte de todo el universo. Además, como el movimiento es el signo mismo de la vida, la danza se ha convertido en una metáfora poderosa y recurrente de la vida misma. De ahí los diversos libros titulados La danza de la vida, y de ahí las innumerables referencias como la de Curt Sachs: «la danza en su esencia es simplemente la vida en un nivel superior“”»^ De hecho, esta metáfora se ha hecho tan común que algunos la consideran trillada. No obstante, este uso metafórico común pone de manifiesto la conexión obvia, incluso natural, de la danza con las ideas religiosas.


Uno de los que ha intentado una tipología de la danza religiosa es Hanna. Sin embargo, es bastante obvio para cualquier estudioso del tema que la mayoría de las categorías funcionales que enumera en su tipología no son exclusivas de la danza y también encajan en el ritual religioso. Como veremos, el kagura cumple muchas de estas categorías, lo que demuestra que desempeña una función ritual: Como acto ritual, expresa sentimientos religiosos, doctrina y filosofía, y ejecuta su práctica. A través de sus símbolos, comunica ideas complejas que recrean y confirman su visión tradicional del mundo. Sirve de oración, acción de gracias, ofrenda y rito mágico. Además, transmite una amplia gama de emociones -desde el asombro y la solemnidad hasta la felicidad y la alegría-, que es una de las características más esenciales de la danza. Y encarna lo divino, tanto en su «transformación externa» con el uso de máscaras como en su naturaleza chamánica intrínseca, sirviendo así de vehículo para el descenso y la manifestación divinos. El kagura se considera mágicamente eficaz, en el sentido de que lleva a cabo una beneficencia sobrenatural; y es ciertamente una experiencia transformadora. También sirve como entretenimiento y liberación, en el sentido de que a menudo es muy cómico, y conlleva un gran valor artístico y estético, lo que realza sus poderes. En resumen, el kagura ejerce tanto sus funciones cognitivas como afectivas, y tanto sus poderes efectivos como afectivos, sobre los intérpretes y el público por igual.


De acuerdo en general con el enfoque de la Antropología moderna, este estudio parte de la premisa de que la danza es un lenguaje cultural, un lenguaje corporal, y como tal puede leerse como un «texto en movimiento». La danza se toma aquí como un documento cultural, en nuestro caso, un documento religioso específico que viene a enseñar la visión del mundo y la filosofía de una determinada tradición religiosa a la vez que actúa como ritual. El enfoque funcionalista también es pertinente en este caso. Así, en este estudio se analizan tanto la función como el significado de las danzas, aunque no a través de ninguno de los enfoques antropológicos tradicionales o modernos. En otras palabras, no se trata de un estudio de Semasiología. A costa de un enfoque puramente teórico de la danza, aquí el estudio de la religión japonesa sigue siendo el núcleo principal.


La danza kagura no puede entenderse al margen de la tradición cultural y religiosa japonesa de la que es producto y a la que sirve para mantenerse. La enorme variedad de danzas religiosas folclóricas que aún se conservan y se interpretan en los festivales japoneses dan fe de su continua vitalidad, especialmente en la práctica religiosa folclórica. Nuestro estudio de caso, la escuela Dake de Hayachine Kagura, puede ofrecernos una ventana a la naturaleza de la religión popular japonesa.

Los pormenores y detalles de la escuela Dake, sus orígenes, historia y conexión con el Shugendo, se desarrollarán en los siguientes capítulos de forma pormenorizada. La investigación minuciosa de este espectáculo de danza ritual iluminará varios círculos concéntricos de interés: la danza kagura como expresión, preservación y perpetuación de la tradición religiosa popular japonesa, en particular la del Shugendo; la lectura de la danza kagura como un «texto» cultural y religioso; y el interés más general, o «círculo exterior», de la función y el significado de la danza en la religión. Comenzamos nuestra investigación situando nuestro estudio de caso del Dake Kagura en el espacio y el tiempo. En otras palabras, empezamos por dirigirnos a la montaña.

Géneros

Videos:

1. "Gokoku no Mai" (Danza de los Cinco Granos)
2. "Yama no Kami Mai" (Danza del Dios de la Montana)
3. "Sanbaso"
4. "Torimai" (Danza del Gallo)