En Progreso
TEATRO NOH: PRINCIPIOS Y PERSPECTIVAS
por Kunio KOMPARU ©
Traducido y publicado bajo autorización de
Floating World Editions
Parte Uno: Principios y Perspectivas
3. Actor y Espectador: el Yo y el Otro
3.2. El Encuentro con el Noh
Ya hemos visto que el intento por establecer todas las relaciones entre el yo y el otro en Noh no son una oposición sino más bien una fusión activa. Es así como los integrantes del público no son observadores desinteresados: cada integrante debe participar en la construcción de estas relaciones. Este es el encuentro con el teatro Noh.
En la actualidad la palabra japonesa para "encuentro" (deai) es usada en forma casual con el significado de reunión, lo opuesto a separación, pero esto no es correcto. Como se ve en el uso de frases como "saludar a los otros al pasar", "respetar a aquellos que encuentra" y "responder todas las preguntas", usadas desde la antigüedad, un encuentro significaba el involucrarse profundamente, es algo más que un simple salir (de) y encontrar (ai) a alguien más. El término connota un diálogo que ocurre al destacar algo que se da por el encuentro. La palabra gradualmente llega a ser tan común que ya no involucraba un concepto filosófico o teológico, así que a pesar de su larga tradición en el pensamiento japonés, el "encuentro" (deai) ha sido descubierto en décadas recientes como una nueva idea.
Sin embargo a pesar del hecho de que la palabra "encuentro" es usada en muchas formas en la conversación diaria, ninguna otra palabra expresa de manera más concisa la relación entre el intérprete y el público en Noh que esta palabra en su verdadero significado. En lenguaje académico se podría decir que los seres humanos están siempre en un estado de encuentro mutuo, mediado por el diálogo, sea cual sea el objetivo. Lo "mutuo" aquí se da entre la primera y segunda personas, yo y tu. Sin embargo en Noh en la mutualidad de la obra y el público o del intérprete y el espectador, es con la tercera persona, el otro, considerado usualmente como el transeúnte, con quien se forma una relación estrecha: eso que parece contradictorio se supera en el encuentro silencioso, en un diálogo sin palabras. Este encuentro produce una relación entre el yo y el otro muy sofisticada. Mucho antes de que surgiera cualquier discusión intelectual sobre dichos conceptos, la idea del encuentro ya estaba incorporado en la estructura dramática del Noh y es uno de los elementos más importantes de esta forma teatral antigua.
El encuentro fue originalmente concebido como algo que se da entre el hombre y dios (en un ritual), luego entre el hombre y la naturaleza (en agricultura), y finalmente entre el hombre y el hombre (en una relación yo-otro). En el teatro rural de Japón podemos ver, a veces en forma muy primitiva, el encuentro entre el hombre y dios o entre el hombre y la naturaleza. Sin embargo en Noh el encuentro fue a propósito hecho estético y dramático para crear una belleza artística diferente a la de los eventos festivos espontáneos. Este se desarrolló desde una relación religiosa hasta un encuentro dramático basado en la relación yo-otro entre el hombre y el hombre. Esta nueva relación gradualmente creció en importancia y finalmente llegó a impregnar la verdadera naturaleza del Noh permitiendo la coexistencia entre la realidad y la no realidad. A la larga esto condujo al éxito de la forma dramática por excelencia llamada mugen noh, o Noh Fantasmal, basada en el encuentro entre el yo y el otro, entre la realidad y la fantasía, entre este mundo y los otros mundos más allá del espacio y el tiempo.
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