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Personalidades
ZEAMI (1363-1443)
Sobre el Arte del Teatro Noh - Los Principales Tratados de Zeami
de la versión en inglés de J. Thomas Rimer y Yamazaki Masakazu
Kakyō花鏡
Un Espejo Sostenido ante la Flor
14. Conectar todas las artes a través de una intensidad mental
El público suele comentar que "muchas veces una actuación es eficaz cuando el actor no hace nada". Tal logro es el resultado de la mayor y más secreta habilidad del actor. Desde las técnicas de las Dos Artes Básicas hasta todos los gestos y los distintos tipos de Interpretación de Personajes, todas estas habilidades se basan en las capacidades del cuerpo del actor. Por ello, hablar de un actor que "no hace nada" significa en realidad el intervalo que existe entre dos acciones físicas. Cuando se examina por qué este intervalo "cuando no pasa nada" puede parecer tan fascinante, es seguramente por el hecho de que, en el fondo, el artista nunca relaja su tensión interior. En el momento en que la danza se ha detenido, o el canto ha cesado, o de hecho en cualquiera de esos intervalos que pueden producirse durante la interpretación de un papel, o, de hecho, durante cualquier pausa o intervalo, el actor nunca debe abandonar su concentración, sino que debe mantener su conciencia de esa tensión interior. Es esta sensación de concentración interior la que se manifiesta al público y hace que el momento sea agradable.
Sin embargo, es un error permitir que el público observe directamente el estado de control interno del actor. Si los espectadores consiguen presenciarlo, dicha concentración se convertirá simplemente en otra habilidad o acción ordinaria, y la sensación en el público de que "no pasa nada" desaparecerá.
El actor debe elevarse a un nivel de arte desinteresado, imbuido de una concentración que trascienda su propia conciencia, para poder unir los momentos anteriores y posteriores a ese instante en el que "no pasa nada". Este proceso constituye esa fuerza interior que puede denominarse "conectar todas las artes a través de una intensidad mental”.
"En efecto, cuando nos enfrentamos a la muerte, nuestra vida podría compararse a una marioneta en un carruaje [decorado para un gran festival]. En cuanto se corta un hilo, la criatura se desmorona y se desvanece". Tal es la imagen que se da de la existencia del hombre, atrapado en el flujo perpetuo de la vida y la muerte. Esta marioneta construida sobre un carrueaje, muestra varios aspectos de sí mismo, pero no puede cobrar vida por sí misma. Representa una obra realizada por hilos móviles. En el momento en que se cortan los hilos, la figura cae y se desmorona. Sarugaku también es un arte que utiliza este tipo de artificios. Lo que sostiene estas ilusiones y les da vida es la intensidad mental del actor. Sin embargo, la existencia de esta intensidad no debe mostrarse directamente al público. Si la vieran, sería como si pudieran ver los hilos de una marioneta. Permítanme repetirlo: el actor debe hacer de su espíritu los hilos, y sin dejar que su público se dé cuenta, reunirá las fuerzas de su arte. De este modo, la verdadera vida residirá en su Noh.
En general, estas actitudes no tienen por qué limitarse a los momentos de la actuación real. Tanto por la mañana como por la noche, y en todas las actividades de la vida cotidiana, el actor no debe abandonar nunca su concentración y debe mantener su determinación. Así, si sin aflojar nunca consigue aumentar sus habilidades, su arte del Noh será cada vez mayor. Este punto en particular representa uno de los mayores secretos de todas las enseñanzas relativas a nuestro arte. Sin embargo, en el verdadero ensayo, debe haber dentro de esta concentración algunas variaciones de tensión y relajación.
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