Personalidades de la Música Japonesa
Ryuichi Sakamoto
(1952-2023)
Como compositor, intérprete, productor y ecologista, pocos
artistas han tenido un currículum y una base de seguidores tan diversos como los
de Ryuichi Sakamoto. El trabajo de Sakamoto ha abarcado vastos territorios musicales,
desde la música electrónica pionera como miembro de Yellow Magic Orchestra hasta
la creación de álbumes de rock de inspiración global, composiciones clásicas, una
serie de colaboraciones de música minimalista y ambiental, y más de treinta partituras
para películas. Su trabajo ha sido reconocido con galardones como un Oscar, dos Globos
de Oro, un Grammy, la Orden del Cavaleiro Admissão del gobierno de Brasil y la codiciada
Orden de las Artes y las Letras del gobierno de Francia.
Nacido en Tokio, Sakamoto
empezó a tomar clases de piano a los 3 años. Admirador precoz de Beethoven, pronto
cayó bajo el hechizo del rock inglés -el primer disco que compró fue "Tell Me" de
los Rolling Stones- y luego del impresionismo francés. "Debussy era mi héroe", dice,
y reconoce que aún se oyen ecos de su ídolo adolescente en su nueva música. "La música
asiática influyó mucho en Debussy, y Debussy influyó mucho en mí. Así que la música
da la vuelta al mundo y cierra el círculo".
Tras completar sus estudios musicales
en la Universidad Nacional de Bellas Artes y Música de Tokio, Sakamoto emprendió
una carrera en solitario, componiendo e interpretando hasta que su trabajo llamó
la atención de Haruomi Hosono. Con Hosono y Yukihiro Takashi, Sakamoto formaría Yellow
Magic Orchestra, la banda electrónica que definió el género y que le lanzaría al
estrellato internacional junto a lanzamientos en solitario como The Thousand Knives
of Ryuichi Sakamoto. Los nueve álbumes de YMO fueron obras pioneras en la historia
de la música electrónica de vanguardia y cosecharon millones de fans en todo el mundo.
Mientras
YMO arrasaba en todo el mundo, Sakamoto pasó a la siguiente fase de su carrera cuando
Nagisa Oshima le propuso protagonizar un largometraje junto a David Bowie. Aceptó
actuar en el proyecto de Oshima si también podía componer la banda sonora, y Merry
Christmas, Mr. Lawrence se ha convertido en un clásico tanto como la propia película
de 1983. Le siguieron las bandas sonoras de El Último Emperador, de Bernardo Bertolucci,
ganadora de un Oscar, Tacones Lejanos, de Pedro Almodóvar, Tony Takitani, de Jun
Ichikawa, y muchas más.
Sakamoto trazó canales culturales e históricos por todo el
mundo y compuso música inspirada en las tradiciones de Okinawa, Indonesia y Brasil,
al tiempo que colaboraba con Bowie, David Sylvian, el dramaturgo Robert Wilson, el
escritor William S. Burroughs, José Carreras de los Tres Tenores y Su Santidad el
Dalai Lama, entre muchos otros. También compuso música para los Juegos Olímpicos
de Barcelona 1992 y el 400 aniversario de la ciudad de Mannheim (Alemania).
Desde
mediados de los noventa, Sakamoto dedicó gran parte de su tiempo a causas ecologistas
y antibelicistas. Su ópera LIFE, de 1999, exploraba las dinámicas gemelas del siglo
XX de la GUERRA y la Masacre, Ciencia y Tecnología, y terminaba con la nota esperanzadora
de la Salvación. En 2006, Sakamoto lanzó Stop Rokkasho, una campaña para detener
la construcción de una planta de procesamiento nuclear en el norte de Japón. En 2007
fundó la iniciativa ecológica Más Árboles, que contribuye a compensar las emisiones
de carbono mediante la forestación activa. Desde el 11-S en Japón, Sakamoto se convirtió
en un firme defensor del apoyo y la ayuda a las víctimas del terremoto, el tsunami
y la fusión nuclear antropogénica de Fukushima. Puso en marcha las organizaciones
benéficas Kizunaworld, LIFE311 y Tohoku Youth Orchestra, y organizó una serie de
festivales anuales, NO NUKES (No Armas Nucleares), en los que han participado muchos
artistas japoneses conocidos, así como Yellow Magic Orchestra y los alemanes Kraftwerk.
Estos esfuerzos tenían como objetivo concienciar sobre los peligros innecesarios
que ha introducido la energía nuclear.
En 2014, Sakamoto se vio obligado a hacer la
primera pausa importante de su carrera al serle diagnosticado un cáncer de garganta.
Gracias al descanso y a los excelentes cuidados médicos, amigos, familiares y fans
pudieron ser testigos de su regreso en poco más de un año, y cerró 2015 con 2 partituras
cinematográficas: una partitura en colaboración con Alva Noto para la película de
Alejandro González Iñárritu ganadora del Oscar The Revenant, y Nagasaki: Memories
Of My Son, de Yoji Yamada.
Mientras seguía componiendo bandas sonoras para películas
-un proceso que consideraba especialmente desafiante y emocionante, en contraste
con el "universo muy íntimo y cerrado" de sus composiciones en solitario-, su trabajo
reciente incluye colaboraciones con artistas electrónicos como Alva Noto, Christian
Fennesz, Christopher Willits y Taylor Deupree.
En 2017, además de publicar su decimocuarto
álbum en solitario async; Sakamoto ofreció actuaciones en el Park Avenue Armory (NYC);
compuso la partitura de la película coreana The Fortress (Hwang Dong-hyuk); junto
con Shiro Takatani creó una obra de instalación audiovisual, IS YOUR TIME, en el
ICC de Tokio; y el documental Ryuichi Sakamoto: CODA (Stephen Nomura Schible).
En
contraste con los sonidos pop que le lanzaron a la escena mundial, Sakamoto se concentró
cada vez más en la importancia de la música sin palabras; en respuesta al consumismo
del siglo XXI, su dinamismo políticamente consciente cimentó su reputación de hombre
de renacimiento.
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