En Progreso

INICIO    MÚSICA    DANZA    TEATRO    OKINAWA    AINU    PATRIMONIO    PERSONALIDADES    

Derechos Reservados  © Mauricio Martinez R..

TEATRO NOH: PRINCIPIOS Y PERSPECTIVAS

por Kunio KOMPARU ©


Traducido y publicado bajo autorización de

Floating World Editions



Parte Tres: Estructura y Puesta en Escena

19. El Proceso de Producción: Dos Ejemplos


NOH PRESENTE


Shunkan

(El Sacerdote Shunkan)


TERCERA PARTE (Ha de desarrollo)


(Mientras suena la música de entrada issei, el shite entra y se detiene en el primer pino, donde se gira hacia el público y canta).


Shite. issei, dinámico, no rítmico


Siendo aún de este mundo, he entrado en el infierno,

Para convertirme en el guardián de esta Isla del Diablo,


Coro.


Para convertirme en el efecto de mi karma,

De la oscuridad he venido;


Shite. sashi, dinámico, no rítmico


Sólo para entrar en otro camino oscuro.

La liebre de jade de la luna duerme de día

En la tierra de las madres nubes;

El gallo dorado del sol se posa de noche

En ramas desprovistas de hojas.

Una cigarra de invierno abraza un árbol marchito

Y entona su canción de muerte,

Sin volver nunca la cabeza.

Y yo, Shunkan, siento que tal es también mi propio destino.


El shite entra acompañado por música issei, llevando un cubo de madera en la mano derecha. Se detiene en el primer pino del puente, permanece de pie, mira al público y canta. Durante el issei, inclina la máscara para expresar su tristeza.


El sashi, hasta que termina, muestra una escena de la vida cotidiana de Shunkan. De hecho, emplea una especie de técnica de flashback, en el sentido de que retrata el mismo periodo de tiempo que el mostrado en la escena precedente de los dos tsure y, por tanto, en términos de tiempo real, se superpone con la Primera Parte. Mientras el shite canta el sashi, entra en el escenario principal y se sitúa en el jô-za.


Yasuyori. mondô, hablado


¿Eres tú, Shunkan, quien se acerca? ¿Por qué razón has venido hasta aquí?


Shite.


Qué rápido eres para reprocharme. He salido a tu encuentro de camino a casa, trayendo conmigo un poco de vino.


Yasuyori.


¿Has dicho vino? ¿En esta pequeña isla, no más grande que una hoja de bambú? Cuando vengo a verlo, ¿por qué sólo veo agua?


Shite.


En efecto, es como tú dices, pero como lo que llamamos vino era originalmente agua, entonces éste debe ser vino sagrado apto para ofrecer a los dioses.


En el mondô, el shite y los dos tsure se juntan en el mismo tiempo y espacio. Desde este punto hasta el final de la Segunda Parte, el tiempo transcurre en un flujo natural y ordinario.


Cuando Shunkan habla de vino, se refiere al agua que lleva en el cubo de madera en la mano derecha. Yasuyori, dubitativo, se acerca a mirar dentro del cubo y, al ver sólo agua, vuelve a su posición original.


Naritsune y Yasuyori. kake-ai, melódico, no rítmico


En efecto, hay razón en lo que dices.

La estación ha entrado en el noveno mes,


Shite..


Y el tiempo ha entrado en el noveno día.


Naritsune y Yasuyori.


El lugar es un sendero de montaña,


Shite.


Y esta agua es del valle.


Shunkan, Naritsune y Yasuyori.


P'eng-tzu,

Conociendo el secreto de su poder,

Se alimentó de las aguas de un profundo arroyo de montaña

Y vivió más de setecientos años.


Coro. age-uta, melódico, rítmico


Después de beberla,

Esta agua de crisantemo es, realmente, una medicina,

Esta agua de crisantemo es, realmente, una medicina.

Su secreto permanece desconocido,

Nuestras blancas vestiduras, empapadas con el rocío

De los crisantemos a lo largo del camino de la montaña,

Aunque tardan poco en secarse,

Nos parece que tardan mil años.

Nuestro exilio en este lugar -oh, ¿cuánto tiempo, cuánto tiempo?

El paso de la primavera, el ocaso del verano,

El fin del otoño, el comienzo del invierno-

Sólo los conocemos por el color cambiante de las plantas.

¡Ay! ¡Cuánto añoramos el pasado!

Cada memoria nos recuerda la capital

Y cuando vivíamos allí:

De Hosshô-ji y Hôjô-ji,

Templos que recuerdan el palacio de Indra,

Recordando nuestros placeres, como las flores de la primavera.

Pero ahora, ¿en qué se ha transformado ese tiempo?

Como los cinco signos de la decadencia de un ángel,

Nuestras vidas se han desvanecido como los colores del otoño,

Nuestras copas están llenas de hojas caídas,

Nuestro vino es el agua de los arroyos de montaña,

Fluyendo en el río de nuestras lágrimas,

Restos flotantes sobre la superficie del agua somos,

En el momento en que recordamos algo,

Y ahora, especialmente, cuando nuestro dolor no tiene límites.


Durante el kake-ai, los dos tsure se sientan, mirando hacia la derecha del escenario. El shite se arrodilla, coloca el cubo en el escenario y se sienta en el centro del escenario, mirando hacia delante.


Durante el age-uta, el shite coge el cubo, se levanta y se dirige al jô-za, allí baja la cabeza para mirar a las plantas otoñales atadas, mirando hacia el frente. Cuando el coro canta acerca de los recuerdos, el shite y los dos tsure se miran; el shite, llevando su abanico en la mano derecha mira hacia arriba, y al mismo tiempo se acerca ligeramente hacia delante. Entonces él usa su abanico para recoger agua del río, después de lo cual él se sienta y mira lejos en la distancia, luego inclina su máscara para mostrar su pena. Luego, de pie, procede al daishô-mae, donde arroja su abanico y deposita su cubo sobre el escenario (estos son luego recogidos por uno de los ayudantes de escena).


Géneros

Ichiyu Terai - Shunkan.jpg